viernes, 20 de marzo de 2015
Habían peleado con todo lo que tenían, estaban bastante heridos y ya sin chakra, Madara era demasiado fuerte para ellos, "un gran demonio contra unos simples humanos"; era más que notable la diferencia de poderes. Cuando el demonio estaba por darles lo que podría ser el golpe final, ambos, el Chidori y el Rasengan lo sorprendieron por detrás, fijó la vista en quien lo había golpeado
-¿Qué estás haciendo, Sasuke?-
-Tú no me eres necesario-
-El teme decidió unirse de nuevo a Konoha- interrumpió Naruto viendo desafiante al demonio
-Así que eso has decidido, eh. Entonces no me dejas otra opción- hizo una pausa para respirar –¡También acabaré contigo!-
La ardua y sanguinaria batalla duró por horas, en momentos los dos chicos tenían la ventaja y en un abrir de ojos era todo lo contrario, habían hecho uso de todos los jutsus y combos que tenían en el repertorio, miraron a su alrededor, ya nada quedaba de la majestuosa aldea de Konoha. Naruto era el más fuerte de los dos, usó el poder que había obtenido del Kyubi e Itachi por lo que hacía retroceder un poco más al Uchiha, por otro lado Sasuke se veía limitado al ya no poseer más el sello maldito. Los otros solo podían mirar el combate sin hacer nada, abrieron los ojos con desmesura al ver un hecho que jamás se imaginaron presenciar
-Si muero, no me iré solo…- gruñó un ya moribundo Madara mientras se disponía a atacar al portador del Kyubi, justo cuando estaba por atravesarlo con la katana de Sasuke éste se interpuso recibiendo él todo el daño
-Sa-Sasuke…- susurró un impactado Naruto
-Jeh, parece que… te quedaste sin palabras, usurantonkachi- pronunció débilmente el Uchiha mientras tosía sangre sobre las ropas del rubio
-¡Teme!- chilló con fuerza -¡¿Por qué te interpusiste?-
-Supongo… fue un impulso- respondió para después mirar a la pelirosa a varios metros de ellos –Sakura… solo… lamento haberla perdido- susurró antes de cerrar los ojos
-¡Sasuke! ¡Despierta, Sasuke!- gritó agitándolo violentamente
-Oh, parece que no duró mucho…- rió burlonamente el demonio Uchiha
-¡Tu!... ¡Cómo te atreves!- gruñó con ira reuniendo todo el chakra de su cuerpo en la palma de su mano, corrió a todo lo que sus piernas le permitían golpeando al pelinegro con el Futon Rasen Shuriken justo en el pecho
O-o-o-o-o-o-o-o-o-O
Entreabrieron los labios al ver como el cuerpo de Madara caía violentamente en el suelo, la pelirosa se separó de una manera algo brusca del ex-Akatsuki para correr hacia donde se encontraban sus compañeros. El artista cerró los ojos sintiéndose celoso y triste a la vez, observó como la ojijade lloraba sobre el pecho del Uchiha, giró dándose la media vuelta pensando en marcharse
-Tu… Deidara- llamó la Hokage deteniendo al rubio
-¿Qué?- cuestionó fríamente –¿Acaso me piensan matar?-
-No, no es eso- respondió frunciendo el ceño
-Entonces qué-
-Hn…- suspiró con cansancio –Ya que nos ayudaste en esta guerra, supongo que puedo hablar con los líderes de las otras naciones para que te eliminen del libro bingo…-
-¿Eh, por qué haría eso?- inquirió con confusión
-Créeme que no confió nada en ti… pero mi alumna si lo hace, así que esto solo lo hago por ella-
-Ella parece estar más interesada en el Uchiha…-
-Escucha mocoso, Sasuke está muerto, tarde o temprano se tendrá que olvidar de él- comentó –Además, fue su primer amor y compañero de equipo… aunque ella no es la única que llora-
Dirigió la mirada hacia el punto en el que se escuchaban los sollozos, observó como efectivamente la pelirosa no era la única que lloraba por el moreno, el rubio poseedor del Kyubi así como Lee, Gai, Ino y Chouji también presentaban ojos acuosos y las narices levemente enrojecidas
-Bien, igualmente dudo que el Tsuchikage quiera quitarme del libro- rió burlonamente
-Mientras los demás líderes estén de acuerdo, él se tendrá que resignar-
-Hn… está bien, acepto-
Poco a poco los sobrevivientes de la aldea comenzaron a salir de sus escondites buscando a sus amigos y familiares, uno de los escuadrones ANBU llegó al lugar de la batalla para llevarse el cadáver del Uchiha a pesar de las continuas quejas del rubio sobre que su amigo seguía vivo
-Naruto, déjalo ya- susurró la pelirosa poniendo una mano sobre el hombro de su amigo –Piensa en los demás… en Hinata-chan, por ejemplo- pidió secando sus lágrimas
-¿Hinata… chan? ¡Es cierto! ¡¿Dónde está?-
-Será mejor que vayamos por ella- comentó la Hokage acercándose con el rubio
La mayoría comenzó a caminar hacia el refugio donde previamente la rubia y pelirosa la habían dejado; miró con sus ojos azules como la mota rosada se quedaba parada a su lado sin intenciones de moverse
-¿Qué pasa? ¿Por qué no vas con tus amigos?-
-No voy porque tú tampoco vas-
-¿Y eso qué?- preguntó con una leve sonrisa
-¿Cómo que qué?- repitió con el ceño fruncido –Yo no iré a ningún lado si no vas tú- añadió sonriendo de igual forma
-Así que si me quieres cerca, eh-
-Por supuesto, aunque seas algo raro- rió divertida
-Jeh mira quien lo dice, pelo de chicle- respondió burlonamente
-¡Hey!... bien no importa, lo único que falta es que hablemos con Tsunade-sama
-Yo ya hablé con ella-
-¿Qué? ¿Qué le dijiste?- cuestionó sorprendida
-Me dijo que hablaría con los demás líderes para que me quiten del libro bingo- contestó cayendo
bruscamente al suelo en cuanto la pelirosa se lanzó a sus brazos -¡Oye, podrías ser menos brusca! Aún hay llamas y cenizas…-
bruscamente al suelo en cuanto la pelirosa se lanzó a sus brazos -¡Oye, podrías ser menos brusca! Aún hay llamas y cenizas…-
-Lo siento, pero es que estoy feliz-
-Seh… supongo que yo también-
O-o-o-o-o-o-o-o-o-O
Pasaron bastantes días en los que los habitantes y shinobis comenzaron a ayudar con le reconstrucción de la aldea, había sido raro para los más cercanos de la pelirosa pero poco a poco comenzaban a acostumbrarse a la presencia del artista
-Porque me tienen que usar como mula de carga, yo soy un artista- se quejaba mientras caminaba cargando varias cajas
-No te quejes y sirve de algo- comentó Naruto quien también cargaba con algunos materiales
-¿Qué cosa dijiste mocoso?- interrogó el mayor con una venita palpitando por su frente
-Lo que oíste- contestó de igual manera
-Oigan ustedes dos, dejen de pelear- ordenó la pelirosa pasando por su lado junto con la Hyuga quien ya se había recuperado por completo de sus heridas
-Na-Naruto-kun no deberías ser así con Deidara-kun- mencionó tímidamente la pelinegra
-¡¿Qué? ¿Tú también estas de su lado?- preguntó el chico hiperactivo
-¡Jah, en tu cara! Hasta tu propia novia me apoya- rió burlonamente el artista
-¡Ah, como desesperas!- gritó con frustración el rubio mientras avanzaba a grandes zancadas seguido de la ojiperla
-¡Gane!-
-Ahora que lo recuerdo…- musitó la pelirosa captando la atención del artista –Tsunade-sama me dijo que en cuanto tuviéramos tiempo fuéramos a hablar con ella-
-¿Hablar, de qué?-
-Me parece que ya habló con los líderes-
-Ya que…- suspiró –Tendremos que ir-
O-o-o-o-o-o-o-o-o-O
Después de dejar el material de construcción ambos se dirigieron al encuentro con la rubia en la torre del Hokage. Giró lentamente el pestillo asomando la cabeza como era ya costumbre para ella, notó como la Hokage se hallaba maldiciendo a varias personas así como aventaba papeles por toda la oficina
-Um… Tsunade-sama, ya estamos aquí- anunció aún sin entrar
-¿Ah? Qué bueno que ya estén aquí-
-¿Y, de qué se trata?- cuestionó el rubio yendo directo al grano
-Oye, deberías tenerle más respeto a Tsunade-sama- regañó la pelirosa
-Déjalo…- suspiró –Si más lo pienso es casi idéntico a Naruto- sonrió divertida al ver el rostro de extrañez del rubio
-Seh claro- bufó sarcásticamente –Yo idéntico a ese… pff-
-Bien, a lo que iba…-
-Por favor- sonrió el rubio interrumpiéndola nuevamente
-Ahora si me dejas continuar- gruñó la mujer con una venita palpitando por su frente y un aura de peligro a su alrededor
-Sí, si- rió con nerviosismo –Prosiga…-
-Hablé con los líderes acerca de tu situación y tras mucho esfuerzo accedieron a quitarte del libro bingoinformó la Senju
-¿Así como así? ¿Sin ninguna queja?-
-Por supuesto que hubo quejas- chistó la rubia –El Kazekage y Tsuchikage no estaban de acuerdo-
-¿Gaara…?-
-¿Y él por qué?- cuestionó el ojiazul
-Acaso no recuerdas que tú lo capturaste para extraerle al Ichibi- recordó la pelirosa mirándolo con el ceño fruncido
-Ah, es el chico pelirrojo…- mencionó como recordando mientras las dos mujeres negaban resignadas
-Sí, bueno después de explicar la situación accedió, pero el Tsuchikage…-
-¿El Tsuchikage qué?-
-Tuve que insistir mucho pero al final lo convencí, aunque con una condición- respondió sonriendo con burla
-¿Condición?- repitió la pelirosa confundida
-Sí, tendrá que ir a la aldea de las rocas y trabajar con lo que sea necesario-
-¡¿Trabajar con lo que sea necesario?- chilló dramáticamente el artista
-Sí, algo así como "Servicio Comunitario"- rió la Senju haciendo énfasis en las palabras –Ah, y tendrás que partir en dos días-
-Um… ¿Tsunade-sama?- llamó la aprendiz de medicina
-Ya sé lo que quieres decir. Está bien, puedes ir- respondió anticipadamente –Pero si algo ocurre tendrás que regresar- permitió viendo como la chica asentía feliz –Además, es solo por un tiempo-
O-o-o-o-o-o-o-o-o-O
Y finalmente los dos días pasaron, se hallaban en la entrada de Konoha junto con los amigos de la pelirosa, ya era la hora de partir hacia la aldea de las rocas
-¿Sakura-chan, de verdad te vas a ir?- preguntaron Naruto y Lee al borde de las lágrimas
-Sí, pero solo será un tiempo- aclaró mientras una gotita resbalaba por su sien –No es para siempre-
-Ten cuidado- pidió Ino –No te vaya a pasar algo en el camino- añadió mirando de reojo al rubio
-¿Insinúas que le haré algo en el camino?-
-No, cómo crees- rió nerviosamente –Yo solo dije que le podría pasar algo en el camino-
-Hmp, como sea- gruñó casi divertido girando su rostro mientras la pelirosa negaba resignada
-Bien, ya es hora de irnos-
O-o-o-o-o-o-o-o-o-O
Habían tardado varios días llegar a la aldea, pero aún así se habían divertido en el camino, al llegar inmediatamente fueron recibidos por uno de los escuadrones ANBU de la aldea, caminaron por el territorio en dirección hacia donde se encontraba el Tsuchikage; rápidamente llegaron a un acuerdo mutuo: el rubio tendría que hacer misiones de rang como castigo, pero como iba acompañado se les fue proporcionada una pequeña vivienda donde pudieran permanecer
-"Jah, vivimos como casados"- era lo que decía el rubio. La chica hacía las labores del hogar mientras el artista se iba a las misiones, agradecía profundamente que siempre las terminara rápido, la pelirosa a menudo enviaba cartas a Konoha para contarles de su decisión. Pronto pasaron dos de los seis meses del servicio que haría el rubio. Abrió la puerta de la pequeña vivienda oliendo desde fuera el dulce olor de la cena, entró admirando las delicias sobre la mesa
-¿Y esto a qué se debe?- cuestionó extrañado
-Es para celebrar-
-¿Celebrar qué?-
-Que ya viene un pequeño artista-
-¿Eh, en serio?-
-Sep-
-¡Qué bien! ¡Jah, no me imaginó las caras que pondrán Naruto, Lee y la vieja!-
-Definitivamente eres raro-
-Y bien… supongo que debemos empezar la celebración ¿no es así?- comentó sonriendo de forma picara
-Tienes razón, supongo- contestó divertidamente
