Posted by : Unknown viernes, 30 de enero de 2015






Capitulo 10: Tormentosa biblioteca

Poco a poco el tiempo iba empeorando y las noches se hacían más y más largas, los días se sucedían cada vez más grises y las nieblas comenzaban a llegar rodeando la capital japonesa con su fina barrera gris, estaba claro, noviembre avanzaba a pasos agigantados.

Mimi contemplaba tras dar un largo suspiro el panorama de la calle a través de una ventana, el cielo estaba encapotado y amenazaba lluvia, miraba a la gente pasar ataviada con grandes abrigos de plumas, gorros y bufandas, el frío había llegado de repente y parecía no dar cuartel.

Tras ver lo poco gratificante que le resultaba mirar al exterior, Mimi volvió su vista a su mesa e intentó volver a prestar atención a sus olvidados apuntes. Se encontraba en una de las largas mesas de la biblioteca del campus, a su alrededor los estudiantes iban y venían de un lado a otro buscando sitios donde sentarse a estudiar y de fondo se oía los murmullos de la gente al hablar por todo el lugar.

Miró a su lado derecho y vio que Izzy seguía enfrascado en su trabajo sin despegar los ojos de la pantalla de su ordenador portátil, de vez en cuando farfullaba alguna cosa inaudible que tenía que ver con lo que estaba haciendo, así que decidió imitarle y enfrascarse ella en su propia tortura personal.

Tenía un examen importante sobre las lenguas orientales y sentía que cada palabra que leía al segundo se le olvidaba y que le inundaba una oleada de sopor y aburrimiento increíble… había decidido hacía unos días ir pronto a la biblioteca para intentar estudiar, pero cuando se lo dijo a sus compañeras, Kari también decidió apuntarse:

- Me vendrá bien para empezar a estudiar- había dicho ella emocionada.

Sora decidió pasar y prefería quedarse durmiendo en casa conforme al modo de vida extraño que llevaba, pero también los chicos se enteraron y decidieron ir con ella, Izzy era un buen compañero de estudios, al menos él se mantenía concentrado en sus asuntos sin molestar, pero Matt era incapaz de estar sentado y callado durante más de un minuto y no paraba de hablar y de fastidiar a su amigo cada vez que tenía oportunidad, pero finalmente se encontró con una chica que conocía y se fue con ella a la puerta de la biblioteca diciendo que iban a fumar en la calle, pero había pasado un cuarto de hora y aún no había regresado, así que Mimi se intuyó que aquel "cigarro" iba a durar durante mucho tiempo…

Luego Kari se había traído con ella a su apéndice, como lo había bautizado recientemente Sora, Davis y habían estado estudiando a medias porque no dejaban de susurrarse cosas al oído y a echar risitas como tontos y también se habían marchado hacía unos minutos a buscar unos libros.

Ese era el mejor momento que tenía para poder estudiar sin molestias, pero no era capaz de concentrarse para nada, se quedaba mirando al vacío y luego contemplaba sus apuntes sin verlos realmente, intentó un último esfuerzo de volver a poner la nariz en ellos.

Al principio, parecía que sí avanzaba algo, pero de repente volvió a cansarse y sus ojos se volvían a ir hacia todas partes… Cansada de aquella actitud, empujó los apuntes lejos de ella resoplando indignada:

- ¿No te concentras?- preguntó Izzy despegando por fin la vista del ordenador para mirarla por primera vez.

- ¡No, y estoy harta!- contestó Mimi fulminado con la mirada las hojas de papel- y tengo el examen en unos días.

- A lo mejor deberías darte una vuelta y luego volver- dijo Izzy- seguro que lo coges con más ganas…

- Dudo que lo coja con más ganas…- dijo Mimi- pero sí que voy a darme un poco de agua a la cara, a ver si espabilo…

Tras decir eso, se levantó de la silla y se alejó hasta el pasillo en dirección al cuarto de baño. Por el camino, oyó un golpe en una de las estanterías que la sobresaltó y se acercó hacía allí apresurada por la curiosidad, pero lo que se encontró allí la dejó boquiabierta.

Allí se encontraban Kari y Davis, pero no precisamente buscando libros, Kari estaba recargada sobre una de las estanterías y su novio la tenía tomada de la cintura mientras se besaban de forma apasionada y casi violenta, tanto que parecía que iban a echar abajo las estanterías.

Mimi no se quedó mucho tiempo mirando, se alejó de allí lo más deprisa posible para evitar que la relacionaran con ellos y fue casi corriendo al baño. Una vez en él, se mojó la cara con agua y se quedó mirando el espejo con la mirada perdida.

No lograba concentrarse en su examen, pero no era porque no lo intentase o porque estuviera en plan vaga, si no por otro motivo que tenía un nombre y ese nombre era Michael. Sí, él era el principal motivo de sus disgustos desde que había llegado a Japón, habían vuelto a discutir.

Recordó cuando estaba hablando con él a través de Skype como cada día y le contaba anécdotas divertidas de clase o de sus compañeras, pero ese día, se le había ocurrido contarle la historia de la desastrosa comida en casa de los chicos, al principio le parecía divertido y se reía bastante, pero finalmente preguntó:

- ¿Pero no vivían lejos de vosotras?

- Sí, casi al otro lado del barrio que es bastante grande- dijo Mimi.

- Entonces no irías a clase a primera hora, ¿no?- preguntó él que de tanto hablar de clases se había aprendido el horario de su novia.

- No, si que fui- dijo ella sin darse cuenta de lo que iba a decir- me acercó Taichi hasta la facultad en moto.

- ¿Taichi?- preguntó Michael de repente molesto- ¿el hermano de tu compañera Hikari? ¿Con el que me dijiste que estuviste esa vez?

- ¡Sí!- dijo Mimi de repente dándose cuenta de su error- pero solo me llevó hasta allí, nada más.

- ¿Y por qué fuiste con él?- preguntó él realmente disgustado- ¿No podías haber ido antes a clase o haberte esperado a la siguiente?

- Bueno, no sé qué tiene de malo- dijo Mimi sin entender nada- yo necesita llegar a clase y él se ofreció a llevarme, me dejó allí y luego él se fue, no sé por qué te pones así…

- Porque no veo normal que mi novia pase tanto tiempo con el chico con el que me dijo que se había liado casi nada más llegar a Japón- contestó él como si fuera la mayor obviedad del mundo.

- ¿Pero por qué desconfías tanto de mí?- dijo ella empezando a elevar el tono de voz- solo nos llevamos bien, es el hermano de mi compañera, tengo que verle a la fuerza y no voy a estar a malas con él porque después de aquello no hay intentado nada conmigo… ¿Por qué no me crees, joder?

- ¿Estás segura?- preguntó Michael mirando fijamente a la pantalla- ¿Estás segura de que no hay nada más con ese chico?

- Por supuesto que no hay nada- dijo ella harta.

- De verdad que no te reconozco- dijo él- desde que llegaste a Japón has cambiado tanto…

- ¿En qué?- preguntó Mimi.

- ¿No te oyes cuando hablas?- preguntó él- antes en mi vida te había oído decir un taco y ahora no paras de repetirlos cada vez que hablamos, sales de fiestas y bebes, y encima nada más llegar tardaste poco en ponerme los cuernos…

- ¡Ah ya veo!- dijo Mimi ahora muy enfadada- ya veo qué es lo que pasa aquí, te jode que yo esté probando cosas nuevas y decida disfrutar en lugar de pasarme el día estudiando o en fiestas light donde lo más parecido al alcohol que hay es una especie de ponche y que todo el mundo se vaya a sus casas a las 12 de la noche… ¿Qué pasa? ¿Te da miedo que me eche a perder y no sea digna de ser tu novia o de ser la nuera ideal para tus padres? Pues tú tranquilo, que yo no tengo ningún problema en que lo dejemos…

- Mira, estoy harto- dijo Michael- y como veo que contigo no se puede hablar, ya hablaremos otro día que tengo prisa… ¡Adiós!

- ¡Adiós!- dijo Mimi y tras ello cerró la tapa de su portátil con fuerza muy mosqueada.

Mimi golpeó sin mucha fuerza el lavabo disgustada ante esos últimos recuerdos, de aquello había pasado una semana y aún no había hablado con él y tampoco quería, aún estaba enfadada con él y si él no tomaba la iniciativa, ella no pensaba hacerlo…

Cerró el grifo del lavabo y salió del baño dispuesta a volver a sus desgraciados apuntes que la esperaban en la mesa, se emocionaba imaginando que alguien había ido mientras ella estaba en el baño y se había llevado los apuntes y ya no podía estudiar más… pero se golpeó mentalmente por ese pensamiento, a nadie le interesaban sus apuntes y ahí iban a estar cuando ella llegase…

Pero cuando llegó allí, no solo se encontró a sus apuntes, también estaba allí de pie de espaldas a ella junto a Izzy Taichi, el mismo Taichi culpable de sus discusiones con Michael. Pero en lugar de enfadarse o algo por el estilo fue hacia allí y tras tomarle del brazo con confianza le preguntó:

- ¿Qué estás haciendo tú aquí? Juraría que tenías alergia a las bibliotecas universitarias…

- ¡Qué simpática está la yanqui por las mañanas! ¿verdad Izzy?- contestó Tai sarcásticamente- es que yo entreno un poco más abajo y mientras iba a buscar la moto para irme a casa, empezó a llover como el otro día y me metí aquí, y como me acordaba de que ibais a venir aquí a estudiar pues me acerqué a ver si os veía…

- Pues ahora mismo solo estamos nosotros dos- dijo Izzy señalando las hojas abandonadas de sus ausentes compañeros.

- Bueno, Matt imagino que habrá encontrado a alguna de sus amigas- dijo Tai- ¿y mi hermana?

- Con Davis- dijo Mimi tratando de hacerse la inocente- hace un rato había ido a por un libro, creo…

- No, ya estamos aquí- dijo de repente a su espalda Kari que venía de la mano de su novio.

Mimi notó que venían bastante despeinados y con las mejillas enrojecidas mientras se reían de forma tonta, se sintió indignada, ¿cómo podía pasearse tan tranquila de esa forma sin importarle que su hermano mayor estuviera allí delante?

Pero al chico no le dio tiempo a pensar en nada, ya que en ese momento, el novio de su hermana lo cogió por banda sin darle tiempo a poder esquivarle.

- ¡Taichi cuñado!- decía él emocionadísimo- ¿Cómo es que has venido?

- No sé- dijo Tai simplemente- pero estate tranquilo que por ti no he venido.

- Vienes de entrenar imagino- dijo Davis sin hacer caso al cinismo de Tai mirando su bolsa de deporte- ¿Cuándo será el siguiente partido? A ver si algún día vienes a vernos a nosotros jugar…

Mimi e Izzy se echaron una mirada de compasión y al ver que el rostro de Tai estaba empezando a tensarse por el enfado decidieron intervenir:

- Vamos a ir un rato a la cafetería- dijo Mimi interrumpiendo la conversación y mirando a Tai añadió- ¿Vienes con nosotros o te vas a casa?

- Sí, me voy con vosotros y cuando deje de llover me iré- contestó el chico con una mirada agradecida.

- Bueno pues vámonos…- dijo Izzy.

Pero no llegó a terminar de hablar porque de repente todas las luces de la biblioteca se apagaron a la vez dejando a todos los allí presentes totalmente confusos, tras ello se oyó un fuerte y largo trueno que inundó la sala.

Mimi se asustó de repente y miró hacia la ventana, vio que en ese momento llovía de forma recia, tanto que se veía pequeños ríos de agua correr calle abajo y un enorme rayo cruzó el cielo bastante cerca seguido de un gran trueno, tan largo como el anterior.

Los demás se acercaron a la ventana junto a ella para contemplar aquella tormenta y para poder ver algo. Enseguida, las personas que allí se encontraban empezaron a hablar y a armar revuelo por aquella novedad.

- ¡Qué manera de llover!- dijo Kari abrazándose a su novio como buscando protección.

- ¡Dios!- dijo Mimi profundamente disgustada- ¡Odio las tormentas!

- ¿Te dan miedo o qué?- preguntó Tai que estaba a su lado.

- Mucho... desde que era muy pequeña y vi una tormenta seca cerca de mi casa, no podéis imaginar lo terrible que fue aquel espectáculo… parecía que los rayos iban a precipitarse sobre las casas…

- Ya, a mí tampoco me hacen mucha gracia- contestó Tai disgustado- de pequeño cuando oía truenos me escondía debajo de la mesa…

- Ese miedo es irracional- dijo Izzy- por mucho que te escondas debajo de la mesa el rayo no te va a alcanzar a no ser que estés cerca de aparatos eléctricos…

- Ya- dijo Tai mirando a su amigo- también tu miedo a las chicas es irracional, por mucho que no las mires ellas no van a venir a por ti…

- A mí no me dan miedo las chicas…- dijo Izzy sin entender la picardía de su amigo.

- Pues me da igual que sea irracional- dijo Mimi- a mí me dan miedo igualmente…

Antes de poder terminar la frase otro rayo cruzó el cielo y al segundo un potente trueno retumbó por todas partes haciéndola sobresaltarse del susto. Tai entonces la atrajo para sí acariciándole la cabeza para intentar calmarla:

- Ya mujer…- decía él mientras ella temblaba ligeramente- si tanto miedo te dan, no entiendo por qué has sido la primera en venir a ver el espectáculo.

- Es que no quería parecer una tonta, asustándome- dijo ella apartándose un poco para hablarle.

- Pues lo has conseguido pero bien…- dijo él bromeando.

- No te burles, idiota- dijo ella enfadada a la vez que él se empezó a reír.

- No me burlo, boba- dijo él- anda vámonos de aquí y deja de sufrir.

Se alejaron de la ventana y vieron que enseguida la luz volvió, la gente había armado revuelo por los pasillos y ahora salían los encargados de la biblioteca a echar la bronca. Mimi de repente se dio cuenta de que aún seguía abrazada a Tai y se separó de él de forma discreta para volver a sentarse en su mesa frente a sus apuntes.

Sentía que sus mejillas enrojecían por la vergüenza de haber sacado a relucir su miedo a las tormentas y también por haberse abrazado al chico del que en teoría tenía que alejarse para mantener su relación en pie. Ahora no se atrevía a mirarle a la cara por miedo a lo que pudiera estar pensando…

- ¿No íbamos a la cafetería?- preguntó Kari de repente aún de pie con todos los demás.

- Si íbamos, ¿no Mimi?- preguntó Izzy mirándola a ella.

- Sí, cierto- dijo ella levantándose de golpe tan nerviosa que los demás la miraron extraño.

Comenzó a caminar por el pasillo, pero al momento vino que nadie la seguía así que se dio la vuelta y vio que se habían quedado en el mismo sitio que antes mirando al pasillo de enfrente.Indignada, deshizo lo andado para reunirse con ellos:

- ¿Qué hacéis ahí parados?

- Creo que sí que es él, Tai
- dijo Izzy sin contestarla.

- ¡Es él!- exclamó Kari emocionada.

Entonces caminaron hacia delante los tres seguidos por unos confusos Davis y Mimi que se miraban sin comprender nada. Se acercaron a una mesa donde estaba un chico solo, estaba hundido en pilas de hojas llenas de garabatos incomprensibles y parecía realmente desesperado y estresado con las manos en la cabeza mientras miraba una de esas hojas incomprensibles.

- ¿Jou?- le preguntó Kari- ¿eres tú?

El chico levantó la vista de sus hojas con curiosidad y miró por un momento a los chicos, al segundo, sonrió y dijo:

- ¡Chicos! ¡Cuánto tiempo!

Se levantó de su silla para saludar a los tres que también parecía muy contestos de verle, Mimi examinaba al nuevo, era bastante alto y muy delgado, tenía el pelo moreno y corto, llevaba una gafas de pasta dura que se le estaban cayendo de vez en cuando y debía volver a colocarlas arrastrándolas con los dedos. Tenía cara de cansancio, como si hubiera estado allí durante mucho tiempo estudiando.

- Pues estábamos aquí estudiando hasta que se fue la luz- dijo Kari.

- Sí, ha sido una cosa muy extraña- decía el chico- ¿Llevabais mucho aquí?

- Bueno… unas horas, vinimos con mi compañera y tal…- le contaba Kari y de repente recordó algo- espera que te presento, Jou, ella es Tachikawa Mimi mi compañera de piso americana y él es Motomiya Daisuke, mi novio. ¡Chicos! Él es Kido Jou.

- ¡Hola!- dijo los aludidos a la vez sin darse cuenta.

- Encantado de conoceros- contestó Jou sonriendo.

- Bueno, Jou nosotros nos íbamos a la cafetería un rato- le dijo Tai- ¿vienes con nosotros y nos cuentas tu vida?

- De acuerdo- contestó él- así me despejo un poco que casi no he dormido con esto…

Y entonces por fin se alejaron por los pasillos hacia la puerta de salida, la cafetería de la biblioteca se encontraba en el piso de abajo, así que no tenían que salir a la calle donde aún seguía tronando con fuerza, para disgusto de Mimi, aunque ahora con las luces otra vez ya no se sentía tan vulnerable como antes…

La cafetería se encontraba bastante llena de gente, intuyeron que se debía a la tormenta que impedía a la gente que descansaba de estudiar salir a la calle, pero aún así como estaba permitido fumar una nube de humo se cernía sobre sus cabezas dejando aquel característico olor a tabaco que Mimi odiaba.

Encontraron un lugar cerca de la puerta, ya que era el único sitio que quedaba y cada vez que alguien de fuera entraba dejaba que el frío se colase por todas partes.

Al momento vino un camarero a preguntarles qué era lo que querían y todos los chicos fueron unánimes en pedir cerveza, pero Kari y Mimi optaron por pedir un café calentito.

- Hace frío para andar bebiendo cosas frías, y tú deberías ser el primero en saberlo, ni-san- dijo Kari mirando a su hermano- acabas de salir de entrenar y estarás frío.

- No, porque me duche en el vestuario antes de salir- dijo Tai buscando algo en el bolsillo- ¿Te crees que iba a salir sudando con el frío que hace? Nadie sería tan tonto…

En ese momento sacó un paquete de cigarros y se llevó uno a la boca, mientras lo encendía su hermana lo miraba indignada:

- ¡Qué vicio tan feo Tai! Y encima eres deportista…

- Ya bueno- dijo él dando una calada como si no le importase- mientras no me vea el entrenador, me da lo mismo…

- Pues tú no serías el más indicado para fumar- dijo Jou de repente- porque al acabar de entrenar tus bronquios están más abiertos y la nicotina entra de lleno en tus pulmones… además de otras consecuencias cuando haces ejercicio físico…

- ¡Ay déjalo!- dijo Tai apagando el cigarro en el cenicero- solo por no oíros…

- ¿Cómo sabes todo eso?- preguntó Mimi mirando al chico impresionada.

- Bueno, estudio medicina- contestó Jou colocándose las gafas en su sitio-ya es mi cuarto año…

- Entonces eres más mayor que todos- dijo Mimi y entonces preguntó- ¿Y cómo os conocéis?

- Jou iba al mismo instituto que todos nosotros- contestó Tai por él- nos daba clases a Matt y a mí de matemáticas, era el castigo que nos imponían por andar holgazaneando en los pasillos en lugar de entrar en clase…

- Menudos estabais hechos…- dijo Kari mirando mal a su hermano- no sé ni cómo os graduasteis…

- Yo tampoco lo sé- dijo Tai mirando al vacío como si allí estuviese la respuesta- yo aprobé todo al final…

- ¿Y qué estáis haciendo ahora?- preguntó Jou intrigado.

- Yo educación infantil- dijo Kari- Matt estudia Fisica, Izzy Ingeniería informática, Sora Bellas Artes y mi hermano no hace nada…

- ¿Al final no estudiaste carrera?- preguntó Jou.

- Sí, estoy en Derecho, pero lo he dejado o al menos eso intento- dijo Tai simplemente.

- ¿Tan mal lo llevabas?- preguntó Jou.

- ¡Qué va! Si hasta hace poco lo llevaba todo aprobado…- comenzó Tai a hablar.

- ¿Cómo?- preguntó escandalizada Kari.

Como única respuesta de su hermano fue un simple encogimiento de hombros, a lo que ella simplemente respondió con un largo suspiro mirándole como si fuera alguien imposible.

En ese momento se abrió la puerta, todos miraron hacia ella disgustados por el frío que entraba y se encontraron de lleno con Matt y su hermano TK que entraban con los pantalones empapados hasta las rodillas por la fuerte lluvia mientras intentaban cerrar sus paraguas completamente rotos por la fuerza
del viento. Matt enfadado con él, lo introdujo con fuerza en una papelera mientras mascullaba improperios, TK solo se rio de su hermano y lo dejó con más delicadeza en el mismo lugar.

Entonces con la mirada empezaron a buscar a sus amigos y cuando los vieron se acercaron a ellos, Matt se quedó mirando un momento al recién incorporado y corrió hacia él:

- ¿Eres tú, Jou? ¡No lo puedo creer!

- Hola Yamato- dijo Jou saludándole con menos efusividad.

- ¿Dónde lo habéis encontrado?- preguntó Matt a sus amigos.

- Estaba en la biblioteca- dijo Tai.

- ¡Dios!- dijo Matt sentándose en una silla libre al lado de Jou- no te veía desde que te graduaste… ¿te acuerdas de cuando nos obligabas a hacer un montón de ejercicios de integrales y nosotros te tirábamos gomas y hojas de papel?

- Si…- dijo Jou sonando sarcástico- cómo olvidarlo…

Mientras hablaban, TK se acercó a la mesa más tarde que su hermano ya que tardó en darse cuenta de que Matt ya los había encontrado. Entonces se acercó donde estaban Kari y Davis sentados juntos y saludó:

- ¡Daisuke! ¿Qué haces aquí?- preguntó sorprendido.

- ¡Hola Takeru!- dijo Davis dándole la mano.

Los demás se quedaron mirando sorprendidos, Mimi y Kari al contrario que los demás se miraron entre ellas discretamente asustadas y completamente confusas, sin atreverse a preguntar nada. Matt fue el que se decidió a preguntar:

- ¿Vosotros os conocéis?

- Sí- dijo TK- vamos a algunas clases juntos, gracias a él y sus amigos me he podido integrar en el curso…-y dirigiéndose a Davis preguntó- no sabía que los conocieras, ni nada… ¡Menuda casualidad!

- Bueno- dijo Davis- los conozco desde hace poco… desde que Kari y yo empezamos a salir juntos- y tras decir eso, tomó la mano de una callada e incómoda Kari.

Nadie notó nada, pero Mimi podía notar cómo de repente el ambiente entre los tres se volvió tan tenso que podía cortarse con un cuchillo… TK no dijo nada, pero en su cara pudo notarse una ligera mueco de disgusto y una pequeña mirada hacia Kari que en ese momento miraba hacia la mesa avergonzada.

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