Posted by : Unknown
sábado, 31 de enero de 2015
Capitulo 15: Tarde De Hombres
Era una tarde tranquila de un viernes especialmente frío de un mes de diciembre extremadamente helador y frío, pero a Mimi no le importaba, tenía calefacción y en su casa se estaba muy bien.
Se encontraba con Kari y Sora viendo la televisión, daban una película romántica y excesivamente empalagosa que tenía a Mimi y a Kari completamente enfrascadas lloriqueando y dando largos suspiros cada vez que pasaba algo y abrazadas por la emoción.
Sora en cambio se encontraba apartada de ellas en el otro lado del sofá mirándolas sin creerse que se estuvieran comportando de esa manera y cada rato que tenía oportunidad se lo hacía saber:
- ¿Pero qué os ha dado? ¿No veis que esa relación no es más que un topicazo de ricachón que se enamora de una sirvienta? Menudo coñazo y menudo pastelón…
- Sora por dios- dijo Kari mirándola por primera vez- ¿es que no ves la esencia de la película? El amor vence las diferencias de clase y está por encima del dinero…
- Hikari por favor- dijo Sora- no digas nada más… una palabra más y te perderé el respeto que pudiera tenerte…
- No la hagas caso, Kari- le dijo Mimi- ya sabes cómo es Sora en temas sentimentales…
Sora solo se rio y le dio una larga calada a su cigarrillo antes de dejarlo olvidado en un cenicero plagado de colillas anteriores. Mimi frunció el ceño. Se acababa de percatarse de que sin darse cuenta Sora había vuelto a imponer su hábito de fumar donde le diera la gana…
Volvió su memoria atrás y recordó que le había permitido fumar solo porque estaba enferma y pensaba fumar en la ventana sin importarle empeorar… pero ahora ya estaba bien y pensaba volver a recuperar su autoridad:
- ¡Sora! Ya no estás enferma, así que… ¡a fumar a la ventana!
- ¿Y después de cinco cigarros en la tarde te das cuenta de que estoy fumando sin abrir la ventana?- preguntó Sora mirándola incrédula.
- ¿Te has fumado ya cinco?- preguntó Mimi escandalizada y antes de decir nada consultó su reloj y entonces añadió- ¡solo llevamos hora y media aquí!
- Para que luego digas que esa película no es un coñazo- dijo Sora mirando la televisión con odio.
En ese momento la película se acabó para alivio de Sora mientras que Kari y Mimi se quedaron mirando la pantalla con lástima.
Mimi consultó su reloj otra vez y se levantó del sofá mientras decía:
- Bueno ya es tarde, me voy a dar una ducha.
Se encaminó hacia el baño, tenía que ducharse porque al día siguiente tenía una conferencia importante sobre lenguas del mundo y debía de ir presentable, chascó la lengua al recordar que sería un sábano y que le fastidiaría el fin de semana pero era necesario para poder aprobar el curso así que no le quedaba más remedio que ir.
Se arrodilló en el suelo del baño y abrió el grifo de la bañera para dejar que el agua se tornase a más caliente, pero a medida que pasaba el tiempo por más que metía la mano bajo el agua, ésta seguía estando tan helada como la primera vez y por mucho que metiera el brazo entero esta no cambiaba…
Se sintió de repente desolada, no había agua caliente. Se enfadó un montón y gritó de una forma que se oyó por toda la casa:
- ¡NO! ¿Por qué?
Al momento, sus compañeros hicieron acto de presencia en el baño extrañadas por aquel grito y se encontraron con Mimi arrodillada en el suelo con el brazo izquierdo sumergido bajo el torrente de agua como si esa fuera la única manera de conseguir que hubiera agua caliente. Sora la miraba divertida y
dijo:
- ¿Qué haces? ¿Solo vas a lavarte ese brazo o qué?
- No hay agua caliente- dijo Mimi gimoteando.
- ¡Puff!- dijo Sora molesta- ya estamos otra vez con lo de todos los años…
- ¿Qué pasa todos los años Sora?- preguntó Kari que no sabía nada.
- Esta comunidad es una mierda y siempre hay problemas con la caldera central o no sé qué, por lo menos una vez al mes hay problemas con el agua caliente…
- ¿Y por qué no me lo dijiste antes?- saltó Mimi fuera de sí- ¿y ahora qué hago?
- Bueno pues dúchate mañana mujer- le dijo Kari asustada por la reacción de la chica- mañana seguramente ya haya vuelto…
- No puedo- dijo Mimi enfadada- ¡mañana tengo la conferencia y no puedo ir con estos pelos!
Cogió un mechón y se lo enseñó a sus compañeras intentando demostrar que tenía el pelo fatal y que no estaba en condiciones de ir a ningún lado, pero ellas lo miraron sin ver nada horrible en él:
- Mujer no pasa nada porque no puedas ducharte hoy- dijo Kari- te duchas cuando vuelvas de la conferencia…
- ¡Estás loca!- dijo Mimi con una expresión que daba bastante miedo- no puedo presentarme así allí… ¿Qué pensarán de mí?
- Pues si te vieran así por esta tontería, pensarían que eres tonta- dijo Sora simplemente provocando la risa de Kari.
- No le veo la gracia…- dijo Mimi indignada.
- ¿Y qué vas a hacer?- preguntó Sora- no creo que seas capaz de ducharte con agua fría…
- Llamaré a Yolei- dijo Mimi de repente- seguro que puedo irme a duchar a su casa.
Y salió del baño dejando a sus compañeras mirándola raro por la idea que se le había ocurrido, ambas se miraron desconcertadas pero se rieron y la siguieron a ver qué se proponía. La encontraron en el salón hablando con su amiga pero parecía que su plan no daba resultado.
- ¿Entonces no podría ir de ninguna manera? Vaya… bueno no pasa nada… no en serio ¡no te preocupes! ¡Hasta mañana!
Colgó y vio que Sora y Kari la miraban expectantes así que les dijo:
- No puedo ir a su casa, ¡pero aun tengo más amigas a quién preguntar!- y se puso a buscar en el listín telefónico más números.
Pero con todos los números de sus amigas tuvo la misma suerte y ninguna podía dejarle su ducha, por lo que se sentó en el sofá profundamente abatida.
Sus compañeras no entendían por qué se ponía así por eso, pero no quisieron preguntarle.
De repente Mimi se levantó del sofá de nuevo animada, se le acaba de ocurrir alguien más a quién llamar:
- Solo me quedan ellos, si ya no puedo, me moriré… Espero que Matt esté en casa…
- ¿Vas a decírselo a Matt?- preguntaron al unísono Kari y Sora.
- Sí- dijo Mimi como si fuera lo más normal del mundo- a estas horas sé que él estará en casa porque Izzy tiene clase hasta tarde y Tai está entrenando a los niños así que solo puedo decírselo a Matt…
- ¿Te estás escuchando?- dijo Sora sin poder creérselo- ¿vas a decirle a Matt que si puedes ir a ducharte a su casa?
- ¿Por qué no?- preguntó Mimi- ni que fuera a estar él conmigo, voy, me ducho y me vuelvo… no tiene más misterio.
- En fin… haz lo que quieras- dijo Sora dándola por imposible- solo porque se te ha metido en la cabeza que tienes que ducharte ahora…
Mimi no le hizo caso y marcó con rapidez el número del rubio, se puso el teléfono en el oído y esperó, al momento oyó la voz del chico al otro lado:
- ¡Hola Mimi! ¿Me echabas de menos?
- Hola Matt- dijo Mimi sin saber por dónde empezar- necesito que me hagas un favor.
Y antes de que él comenzara a malpensar y a decir tonterías comenzó a contarle el problema que tenía y le repitió lo mismo que le había dicho a todas las demás personas que había llamado. Una vez terminó de contárselo, se calló para que él le contestara, cosa que no tardó en suceder:
- ¿Y de verdad que es tan necesario ducharte como para venir aquí?
- Sí- contestó Mimi simplemente- ¿puedo ir?
- Bueno por mí no hay inconveniente- dijo Matt y añadió- a no ser que te incomode estar ahí y pensar que hay un montón de hombres por la casa cuyo sueño principal es encontrarse con una mujer guapa en su baño…
- Correré el riesgo…- dijo Mimi- ¿entonces puedo ir?
- Sí, puedes venir ahora si quieres- dijo él- Taichi y Kou no vendrán aún, así que no te molestarán…
- Gracias de verdad Matt- dijo Mimi- ya no sabía a quién recurrir.
- Sí, ya sé que no podéis vivir sin mí- oyó a Matt mientras se reía- te espero aquí, ¡hasta luego!
Mimi se despidió y fue corriendo a su habitación a buscar lo que necesitaba sin hacer caso a las chicas que la habían seguido hasta su habitación con ansias de información:
- ¿Te ha dicho que puedes ir?- preguntó Kari sorprendida.
- Me ha dicho que no hay inconveniente- le dijo Mimi y tras coger todas las cosas las metió con rapidez en una bolsa y añadió- me voy ya porque si no se va a hacer tarde… os veo luego o si salís ya os veo mañana.
Y tras coger su abrigo cerró la puerta detrás de ella sin decir nada más a sus compañeras. Tomó el ascensor y se marchó en dirección a la casa de los chicos.
Por el camino iba pensando en lo absurdo que le estaba resultando lo que estaba haciendo, pero se conocía, cuando las cosas no salían como ella tenía pensado se ponía nerviosa y seguramente si no se iba a su casa a ducharse estaría al día siguiente paranoica perdida pensando que todo el mundo sabía que no se había duchado…
Cogió el metro y por suerte había un lugar libre donde podía sentarse y sin pensarlo se sentó y dejó que el tren la llevase a donde iba. Pronto llegó a su destino y salió del vagón para dirigirse a la salida, por suerte el piso de los chicos estaba cerca y no tenía mucho que caminar.
Llegó al portal y pulsó el botón del portero automático, al momento oyó la voz de Matt diciéndola que subiera y obedeció al instante. Tomó el ascensor y cuando llegó a la planta ya estaba Matt esperándola en la puerta como hacía siempre que iban a visitarle:
- ¿Por qué siempre esperas en el rellano?- le preguntó ella que siempre había querido saberlo.
- Porque hace más calor que en mi puto piso- dijo Matt mirando hacia su puerta indignado- cualquier escusa con tal de no estar congelándome ahí dentro…
- ¿No tenéis calefacción?- preguntó Mimi empezando a preocuparse.
- Sí, pero como si nada, no tiene fuerza y nos pasamos el día, helados… pero no te preocupes que hay agua caliente- contestó él adivinando sus inquietudes.
- Menos mal- dijo ella aliviada.
Ambos entraron en la casa y se encontraron con el habitual desorden del salón y llena de trastos que no pintaban nada en ese lugar, Matt notó que Mimi se fijaba en ello y se apresuró a decir:
- Todo esto es del idiota de Taichi… siempre viene y deja la ropa de sus entrenamientos ahí hasta que se acuerda de lavarlas…
- ¿Todo es de Tai?- preguntó Mimi con cierta burla en cada palabra que decía- no sabía que también tocase la guitarra esa que está sobre el sofá ni que coleccionase fotos tuyas con chicas que están en el suelo tiradas…
- ¿Tú te crees muy simpática, no yanqui?- dijo Matt sonriendo al haber visto que no había colado- anda ve a bañarte que seguro que apestas…
- ¡Imbécil!- dijo ella- me voy a duchar y más te vale que no se te ocurra espiarme.
- ¡Por dios!- dijo Matt fingiéndose ofendido- soy un caballero, ¿cómo crees que sería capaz de hacer algo así?
Mimi rodó los ojos dándole a entender que lo creía muy capaz y le dejó en el salón, sabía dónde se encontraba el baño de ocasiones anteriores y no necesitaba que Matt fuera con ella.
En cuanto vio la bañera, se lanzó a ella y dejó que el agua saliera por el grifo casi dando saltos de alegría al notar que el agua se volvía caliente en su mano. No esperó más y cerró la puerta con el cerrojo antes de desvestirse.
Se metió en la bañera y dejó que el agua le mojase el pelo y el cuerpo sintiéndose excesivamente feliz por haber logrado conseguir su cometido aunque fuera en casa de los chicos, por no le importaba porque nadie entraría a importunarla de ninguna manera.
Mientras se duchaba miles de cosas le pasaron por la cabeza y finalmente se preguntó cuándo vendrían Izzy y Tai a casa y si podría ver a Tai antes de irse… Sonrió ante ese último pensamiento, no sabía por qué siempre acababa acordándose de él por cualquier cosa.
Tras ese día que Tai le había dicho lo que sentía por ella se habían visto más seguido, sin que nadie del grupo se enterase, ella no sabía qué hacer.
Cuando estaba con él todo era diferente a cuando estaba con Michael, eran dos personas completamente diferentes tanto en forma de ser como en modo de vida… y no podía evitar sentirse atraída por el carácter impulsivo y enérgico del japonés, era como si su vida cambiase y se desordenara cada vez que estaba con él y eso no le disgustaba nada…
En su rostro se dibujó una pequeña sonrisa bobalicona solo acordándose de él, era una locura y lo sabía pero no podía ni quería dejar de verle… ¿estaría dispuesta a dejar todo lo que tenía en el otro lado del mundo por él?
Cuando salió de la bañera y empezaba a secarse oyó las reconocibles voces de Tai y Matt discutiendo y la voz conciliadora de Izzy, no entendía que decían pero lo que tenía claro era que los dos ya habían llegado a casa y podría verlos antes de irse, así que se apresuró a vestirse y terminar de secarse el pelo y salió del baño.
Y allí se los encontró en el salón a los tres, pero ninguno de ellos se había enterado de su presencia ya que se encontraban enfrascados en la misma discusión que había oído desde el baño:
- ¡Joder Matt que ya estoy harto! Siempre nos está robando el correo, molestando a la hora que le da la gana y tirando cosas por la ventana cada vez que venimos- decía Tai que parecía bastante enfadado.
- ¿Y qué quieres que haga yo?- dijo Matt- es ella que está loca.
- Pues yo que sé… tíratela otra vez o habla de una vez con ella para que de una puta vez se entere de que lo habéis dejado-le contestó él.
- ¡Hola Mimi!- dijo Izzy de repente que fue el primero en percatarse de su presencia.
Los otros dos se dieron la vuelta para verla, pero ella solo se fijó en la expresión de Tai que parecía haberse relajado del enfado de antes y ahora la sonreía abiertamente, ella sin darse cuenta también le sonrió solo a él, acababa de darse cuenta de lo mucho que quería verle…
- ¿Estaba todo bien?- preguntó Matt de repente sacándola de su ensoñación.
- ¡Sí!- dijo ella feliz- no sabes lo a gusto que me he quedado después de conseguir ducharme.
De repente se dio cuenta de que Tai e Izzy estaban totalmente empapados de pies a cabeza y preguntó preocupada:
- ¿Está lloviendo?
- Lloviendo no- dijo Tai que volvía a sentirse molesto- pero sí que caía agua del cielo, ¿verdad Izzy?
- Lo que cayó fue un cubo de agua helada sobre nosotros- dijo Izzy que no había entendido la gracia de su amigo.
- ¿Qué os han tirado un cubo de agua por una ventana?- preguntó Mimi escandalizada- ¿Quién podría hacer algo así?
- Pregúntale al señor "salgo con la primera chiflada que se me cruza por el pasillo"- dijo Tai fulminando a su amigo con la mirada.
- No entiendo nada- dijo Mimi confusa.
- Bueno…- dijo Matt- tenemos una vecina con la que estuve saliendo unas semanas… bueno yo no lo llamaría salir porque yo no recuerdo haberla llamado novia ni nada… el caso es que llegó un momento en que me aburrí y le dije que lo dejábamos y creo que no se lo ha tomado muy bien…
- Bueno…- comenzó Izzy- si llamas "no tomárselo muy bien" a robarnos el correo, tirarnos agua cuando pasamos por la calle y amenazarnos con cosas horribles cada vez que nos la cruzamos, no sé que será tomárselo mal…
- ¿Y no vais a hacer nada con eso?- preguntó Mimi- ¡esa tía está mal de la cabeza!
- Eso es lo que le digo a éste- dijo Tai- no tengo por qué aguantar yo que tú la metas donde no debes…
- ¿Y qué le digo?- dijo Matt- cada vez que intento mantener una conversación pacífica con ella, me lanza cosas… el otro día me tiró una plancha y no quiero que la próxima vez me dé y arruine mi atractivo…
- Por el atractivo no te preocupes- dijo Tai con un brillo asesino en su mirada- algún día sin que te lo esperes te encontrarás con que ha desaparecido de una manera muy poco agradable…
- ¡Chicos!- dijo Mimi al ver que estaban dispuestos a iniciar una nueva discusión- ¡dejadlo ya!
- Me voy a secar el pelo- dijo Tai- aunque no creo que ya me libre de resfriarme e Izzy no saldrá del suyo en la vida.
Y ambos se fueron al baño, pero al rato volvieron ambos secándose con una toalla y con ropa seca, se sentaron con ellos en el sofá que estaban viendo la televisión. Tai se sentó al lado de Mimi y ella no pudo evitar sonreírle de refilón como una tonta y se acercó a él de forma disimulada para que nadie más que él se diera cuenta de lo que estaba haciendo…
- Oye- dijo Matt de repente- por nosotros no os cortéis, ¿eh? Ya era hora de que os liarais como dios manda…
- ¿Pero qué dices tú ahora?- dijo Tai intentando disimular la sorpresa que le había causado Matt.
- No te hagas el tonto Taichi- dijo Matt- todos sabemos que estáis juntos y no solo por ver la cara de gilipollas que pones cuando la ves aparecer…
- ¿Cómo lo sabéis?- preguntó Mimi al ver que no tenía caso fingir nada.
- Bueno, es que no sois nada discretos… hasta un idiota sabría que estáis juntos. Primero, me di cuenta de que el día de mi concierto os fuisteis casi a la vez y luego volvisteis a la vez… Tai la excusa del móvil ya está muy vista y deberías cambiarla. Segundo, cada vez que estáis juntos creéis que no nos damos cuenta pero vemos que os acercáis discretamente y os miráis como idiotas. Y tercera y última razón, Sora nos contó que os pilló un día liándoos a saco en el suelo como si fuerais a empezar a follar allí mismo.
Mimi se sintió morir… ella creía que Sora estaba dormida cuando ocurrió eso, pero no, la muy desgraciada se había despertado, los había visto y no había tenido la decencia de decirle nada, si no que se lo había contado a los demás…
- Bueno pues mira, ya lo sabéis- dijo Tai de repente atrayéndola hacia él mientras hablaba- así que no tiene caso perder más el tiempo.
Y tras decir aquello, atrajo el rostro de ella para unir sus bocas en un apasionado beso que dejó petrificada a la joven que no se lo esperaba, pero no tardó en corresponderle con la misma intensidad sin importarle tener espectadores delante.
Se separaron y se sonrieron tontamente, Mimi se sentía un poco atontada, no terminaba de acostumbrarse a la fogosidad de Tai por mucho tiempo que pasase con él.
- Izzy creo que aquí sobramos me parece- dijo Matt entre risas- creo que deberíamos irnos y volver mañana para ver si no nos han destrozado la casa…
- ¡Qué estúpido eres!- le dijo Mimi mientras se levantaba- bueno creo que lo mejor es que me vaya ya a casa, no quiero molestar más.
- Nos íbamos a ir al bar de la esquina a tomar algo- le dijo Tai tirando de ella para que no se levantase- ¡Vente con nosotros!
- No sé… debería irme a casa que mañana tengo una conferencia- dijo Mimi aunque no muy convencida de sus propias palabras.
- ¡No seas boba y ven!- dijo Matt de repente y señalando a Tai añadió- si estás deseando venir y pasarte el día enredada con éste.
Los dos le miraron mal por un momento y luego le ignoraron otra vez, Mimi no podía resistirse a la mirada de suplica de Tai y además quería estar con él así que sin más dijo:
- De acuerdo, pero no me quedaré mucho.
Tras decir eso, los tres chicos se levantaron del sofá dispuestos a marcharse, cogieron los abrigos y se encaminaron a la puerta. Matt la abrió y antes de decidirse a salir, miró a ambos lados del pasillo con miedo y al ver que allí no había nadie, optó por salir con tranquilidad:
- No está Jun esperándote con un cazo lleno de agua hirviendo, ¿no?- dijo Izzy.
- Gracias a Dios, no- dijo Matt aliviado.
- ¿Jun? ¿La vecina loca puede ser?
- La misma- dijo Tai- se llama Motomiya Jun… a lo mejor es hermana del idiota del novio de Kari y todo… no me extrañaría.
- ¿Te sigues sin llevar bien con él?- preguntó Mimi.
- Es que es un pesado- dijo Tai disgustado- aun sigue dando el coñazo con que vaya a verle jugar y no quiero… me da igual y además me produce un asco horrible oírle llamarme cuñado… no te lo puedes ni imaginar.
- Le pones- dijo Matt simplemente mientras miraba cada vez que cruzaba una pared- lo de Kari es una tapadera, el único ser objeto de su deseo eres tú.
- Lástima por ti, Matt- le dijo- ahora tienes un rival…
Aquella respuesta provocó la risa de Mimi que ya estaba más que acostumbrada a esas tonterías que se traían entre ellos y que se traían con el pobre Izzy que no le encontraba ninguna gracia.
Llegaron al portal sin encontrarse ningún elemento distorsionador pero aún así los chicos ya en la calle miraron hacia los pisos en busca de algo sospechoso, pero aunque no vieron nada extraño se apresuraron a alejarse de allí por si acaso.
Llevaron a Mimi a un bar tipo pub irlandés que había cerca de su casa, era bastante parecido al del día que Matt tocó, pero un poco más pequeño. Siguió a los chicos al interior y vio que ellos saludaban a los camareros y a algunas personas que estaban allí sentadas.
Encontraron una mesa libre apartada de toda la gente y se sentaron alrededor de ella, Matt e Izzy se levantaron y antes de alejarse hacia la barra, Matt preguntó:
- Pido lo de siempre, ¿no Tai?
- Sí- dijo él y miró a Mimi- ¿Quieres algo?
- Yo no quiero nada- dijo ella.
- ¡Oh, ya lo creo que quieres!- dijo Matt con una sonrisa maliciosa- te voy a traer lo mismo que nosotros, a ver cuánto aguantas.
Antes de que Mimi pudiera replicar, ambos se alejaron hacia la barra dejándole la palabra en la boca, luego miró a Tai indignada y le dijo:
- Espero que sea algo normal que no me haga vomitar.
- Yo no contaría con eso- dijo eso abrazándola por detrás- pero a lo mejor te gusta y todo…
- Viniendo de vosotros lo dudo bastante- dijo ella.
- ¡Vaya!- dijo él fingiendo enfado mientras besaba su cuello- ¿ni siquiera te gusto yo?
- Si sigues haciendo eso, me lo pensaré si me gustas tú o no- dijo ella mientras se retorcía ligeramente en sus brazos.
Se sentía tan bien cuando estaba con él que no le importaría que aquello durara eternamente, nunca se había sentido tan nerviosa y a la vez tan deseada por alguien como lo sentía con él, sin embargo toda aquella magia que habían creado fue rota por los dos chicos que llegaba con dos jarras llenas de cerveza en cada mano. Mimi los miró incrédula y cuando se la dejaron frente a sus ojos preguntó:
- ¿Esto es para mí?
- Sí señorita- dijo Matt mientras se sentaba detrás de Izzy- demuéstranos que eres capaz de beber como un hombre.
Ella miró la jarra frente a ella como si fuera veneno, la tomó entre sus manos y se la llevó a los labios bebiendo un pequeño sorbo y la dejó en la mesa otra vez y dijo:
- ¡Puff, que amarga!
- ¡Qué va! Si está muy buena- dijo Tai mientras bebía a grandes tragos ante la mirada traumatizada de la chica.
Vio que los chicos le imitaron y no quiso quedarse atrás y volvió a beber pero esta vez con más efusividad. Descubrió que no estaba tan mal y que estaba bastante buena y siguió bebiendo.
- ¿Ves cómo no era para tanto?- dijo Matt riéndose.
- ¿Nunca habías bebido cerveza?- preguntó Izzy extrañado.
- No, sí la había probado pero vamos que no así- dijo ella mientras bebía otra vez.
- ¡Joder! Te estamos pervirtiendo- dijo Tai entre risas.
- ¿Cómo?- dijo Matt- ¿nosotros? Tú eres el que la perviertes, farsante. ¡Deja de corromper a las señoritas Taichi!
- Mira quién habla…- dijo Tai para sí mismo aunque lo suficientemente audible para todos.
El tiempo pasaba pero ellos seguían allí bebiendo y riéndose, a ellos no parecía que les afectara mucho, pero ella empezaba a sentir que le entraba un insoportable sopor y que los ojos se le cerraban, además de que todo de repente le parecía realmente divertido y no dejaba de hablar.
- ¡Qué sueño tengo!- se quejó ella mientras apoyaba la cabeza sobre sus brazos en la mesa.
- Normal- dijo Matt- no has parado de beber… ¿qué esperas?
- Es que quería beber como vosotros- dijo ella a duras penas.
Los tres se echaron a reír, pero ella no les hizo ningún caso y se recostó ligeramente sobre el pecho de Tai que la recibió encantado.
- ¿Es normal que tenga tanto sueño?- preguntó ella.
- Suele ser un efecto- dijo Tai mientras la estrechaba más contra él.
- No me importa, entonces- dijo ella con una sonrisa boba.
Pero al momento tomó otra vez su segunda cerveza y volvió a beber gran parte del contenido casi de un trago, los chicos la miraron y no tardaron en imitarla como si intentaran demostrarle que ellos no se quedaban atrás.
- Sí que te ha gustado la cerveza, yanqui- dijo Matt de broma- ¿quieres otra?
- No gracias- dijo ella- creo que con dos ya he tenido suficiente…
- Los yanquis no sabéis beber- dijo Matt mientras seguía bebiendo.
Ella solo se encogió de hombros y se volvió a Tai para prestarle más atención a él, que le preguntó preocupado:
- ¿Estás bien?
- Mejor que nunca- dijo ella y se incorporó ligeramente para besarle lentamente en los labios.
- Puff- dijo él cuando se separaron- yo también me siento muy bien ahora mismo.
Mimi solo sonrió y consultó su reloj antes de decir:
- Es tarde y mañana madrugo… me debería ir.
- ¿Te piensas ir así?- preguntó Tai sin dejar que se moviese.
- No me queda de otra… la culpa es vuestra por hacerme beber- dijo ella.
- ¿Quieres que te lleve?- preguntó Tai- no he bebido tanto como tú y aun puedo llevarte con la moto.
- ¡Vale!- dijo ella simplemente.
Entonces se levantaron de la mesa y tras decirles a Matt y a Izzy que volvía enseguida, se llevó a Mimi a la calle, pero ella no iba tan mal y con el aire frío parecía que se había despejado un poco y le seguía sin dar ningún traspié.
Se encontraron con la moto aparcada cerca de allí y Tai se subió en ella seguida por Mimi que como la otra vez se abrazó con fuerza a él mientras arrancaba y salía de allí uniéndose al resto del tráfico.
Mimi ya no sentía tanto miedo como la primera vez que se montó y relajó un poco el abrazo al cuerpo del chico pero aun así se pegó más a él para sentir un poco su calor por el frío que le azotaba al aumentar la velocidad. Era un viaje bastante agradable y lo disfrutó.
Entonces divisó el reconocible edificio donde vivía y se sintió decepcionada cuando Tai comenzó a reducir velocidad y aparcó en frente de su casa. Se apearon ambos y se quedaron de pie enfrente de la moto.
- ¿Vas otra vez con estos?- preguntó ella.
- En principio sí- dijo él- a no ser que quieras que me quede contigo…
- Tai… por favor- dijo ella suplicante.
- Lo sé lo sé- dijo él- espero que hayas pensado en lo que te dije el otro día…
- He pensado en ello- dijo ella cabizbaja- pero no es algo fácil de pensar… mi vida cambiaría tan drásticamente…
- Bueno…- dijo él sin saber muy bien que decir- esta es una situación extraña y no sé muy bien que pensar…
- No pensemos en ello ahora- dijo ella- no después de haber pasado un día tan genial.
Él sonrió y acto seguido se besaron en medio de la calle con intensidad dejándose llevar por la emoción de aquel beso como si fuera el primero.
Mimi se sentía feliz y completa como no se había sentido en mucho tiempo, pero un pensamiento prorrumpió en su mente terminando por perturbar su conciencia… ¿hasta cuándo sería capaz de aguantar esa situación de estar con dos chicos a la vez sin decidirse?