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domingo, 1 de febrero de 2015
Capitulo 16: Especial Navidad (I)
La Navidad ya hacía acto de presencia en la capital japonesa y cuando apenas habían llegado, como todos los años, dichas fechas parecía adelantarse casi un mes en los comercios y en la publicidad de índole navideño que dominaban las cadenas de televisión y la ciudad en sí adornada e iluminada con fuertes luces que llenaban a todas las personas que paseaban por las calles de aquel contagioso espíritu navideño.
Estas fechas no le disgustaban en absoluto a la joven norteamericana, pronto se volvería a su tierra natal a pasarlas en compañía de su familia, que desde que se había ido a Japón no había visto y moría por hacerlo.
En principio pensaba marcharse nada más que les dieran las vacaciones en la facultad, pero hubo un cambio de planes. La razón era clara, Sora.
Desde que había ocurrido todo aquello sobre su madre y les había revelado lo ocurrido sobre aquel aborto hacía ya 4 años, se sentía terriblemente responsable para con ella, aunque Sora no experimentaba ningún indicio de que todo aquello la siguiera afectando no podía evitar imaginarse la imagen de su compañera sola en Nochebuena mientras ella estaba en Estados Unidos y los demás con sus respectivas familias. Solo pensar en ello le producía ganas de echarse a llorar.
Todo esto se lo comentó a Kari en busca de consejo y otra opinión que no fuera solo la suya:
- Me parece bien lo de quedarnos con Sora en Nochebuena- fue lo que dijo Kari cuando se lo comentó un día que estaban solas en casa.
- ¿Quedarnos?- repitió Mimi sin entender- ¿Tú también quieres quedarte?
- Sí- dijo Kari- no sé porque me da que en estos días mi hermano y yo recibiremos una llamada donde nuestros padres digan que tienen una cena de negocios y que no pueden estar con nosotros hasta la mañana de Navidad…
- Pero dejarás a tu hermano solo- puntualizó Mimi.
- No te preocupes… en cuanto le diga que me quedo con vosotras seguro que se apunta- dijo Kari con un tono que hizo que Mimi frunciera el ceño ligeramente y provocó la risa de su compañera.
Así que tras aquella conversación, Mimi decidió llamar a su casa para comunicarles a sus padres que había un cambio de planes y que se quedaba más en Japón, cosa que parecía no hacerle mucha gracia a su madre que ya comenzaba con sus arranques de madre protectora intentándola convencer de que fuera cuando lo habían planeado.
- ¿Pero por qué vas a pasar la Nochebuena lejos de nosotros?- decía su madre sonando muy compungida al otro lado del teléfono- llevamos 4 meses sin verte…
- Lo sé mamá- dijo Mimi intentando explicarse- pero ya te lo he dicho… no queremos dejar a Sora sola en Nochebuena y yo estaré allí con vosotros el resto de las fiestas…
- Pero no en Nochebuena- insistía su madre bastante indignada- que es la noche en que todas las familias están juntas…
- Ya mamá, pero hay personas que no tienen la suerte de tener a sus familias con ella- le dijo Mimi empezando a enfadarse- y si podemos evitar que ella se encuentre en esa situación, lo haré encantada.
Oyó a su madre suspirar largamente, eso significaba que ya se había resignado a no tener a su hija única en casa antes, así que dijo:
- Está bien… si ya lo has decidido… ¿ya has sacado los billetes?
- Sí, un amigo me los sacó porque yo no me aclaraba con la página y me daba miedo equivocarme con los asientos- dijo Mimi agradeciendo mentalmente a Izzy que se hubiera encargado él de aquello.
- Vale- dijo su madre- entonces antes de salir hacia el aeropuerto, nos dices a qué hora llegarás y vamos a buscarte.
- Sí, sí eso haré- dijo Mimi y ya estaba dispuesta a despedirse cuando de repente su madre dijo algo más.
- ¿Ocurre algo con Michael, cariño?
- ¿Con Michael?- preguntó Mimi notando cómo el corazón le daba un vuelco- ¿A qué te refieres?
- No, es que el otro día vino por casa y nos preguntó si sabíamos algo de ti porque hacía tiempo que no hablaba contigo y estaba preocupado porque la última vez que habíais hablado habíais discutido y no llegasteis a reconciliaros ni nada- le explicó su madre.
- Sí bueno- dijo Mimi con miedo a que su madre descubriera todo lo que ocurría- últimamente discutimos y eso pero no sé… últimamente estoy muy ocupada y casi no puedo conectarme a Skype.
- Llámale- dijo su madre- o intenta ponerme en contacto con él, se le veía bastante preocupado…
- Sí, ahora veré si anda conectado a Skype- dijo Mimi, pero quiso despedir a su madre cuanto antes- Mamá tengo que colgarte, ya hablamos para lo del vuelo.
Su madre se despidió y colgó el teléfono. Necesitaba dejar de hablar con ella, no podía soportar la culpabilidad que sentía por lo que estaba haciendo y temía que si seguía hablando con ella acabaría descubriendo lo que estaba haciendo…
Era cierto que había abandonado a Michael completamente, no se sentía con el valor suficiente para enfrentarse a él y decirle todo lo que pasaba. Tenía miedo. Miedo a tener que elegir un camino y fallar, miedo a los sentimientos que aún albergaba por Michael, miedo a lo que empezaba a sentir hacia Taichi que cada vez era más fuerte y miedo a enfrentarse al odio de cualquiera de los dos.
Dio un largo suspiro tras aquellos pensamientos, aunque no quería tenía que enfrentarse a todo ello tarde o temprano, así que de nada servía seguir perdiendo el tiempo y atrasando lo inevitable.
Se fue a su habitación dejando a Kari viendo la televisión, su ordenador presidía la mesa de estudio y fue hacia él para encenderlo, mientras éste comenzaba a funcionar, ella se comía las uñas de nervios rezando en el fondo por no encontrarse con Michael y no tener que hablar con él.
No sabía que le iba a decir. Le resultaba muy violento hablar de lo que sentía con él cuando realmente ella tampoco tenía claro lo que le ocurría. Todo había sido tan rápido que no le daba tiempo a asimilarlo…
Por fin, su portátil emitió la señal de que ya estaba preparado para trabajar y se sentó en su silla preparada para cualquier cosa que le viniese encima.
Entró en Skype una vez que tecleó su contraseña y contempló con rapidez que para su alivio, Michael no estaba conectado. Suspiró sorprendentemente tranquila, aquello retrasaría un poco más lo inevitable…
De repente, se le abrió una conversación. Se fijó en ella, era Stacey y parecía muy empeñada en querer hablar con ella, así que abrió la ventana y leyó lo que escribía:
- ¡Tía! Por fin te conectas… ¡Ya era hora!
Mimi frunció el ceño ligeramente, le parecía un tono demasiado agresivo para tratarse de una conversación normal, pero decidió no darle importancia y le contestó como si nada:
- ¡Hola Stacey! ¿Qué tal?
- Tengo que hablar contigo muy seriamente- le escribió Stacey haciendo que Mimi se sobresaltase de una manera que agradeció que su amiga no hubiera puesto la webcam.
- ¿Qué ocurre?- preguntó muerta de miedo.
- ¿Se puede saber a qué juegas con Michael?- le preguntó su amiga sin ningún tapujo.
- ¿Yo?- preguntó Mimi que no sabía muy bien que decir- ¿no sé de qué me estás hablando?
- Por supuesto que sabes de qué estoy hablando- continuó Stacey- Michael dice que cada vez que hablaba contigo te ponías a la defensiva y le saltabas por todo un montón de tonterías sobre él y su familia, que le echabas en cara cosas y que ahora no te molestas en conectarte dejándole preocupado y sin saber qué hacer… ¡Ni siquiera sabe cuándo vas a volver en Navidad!
No sabía qué decir. Stacey no mentía en nada de lo que le estaba diciendo, todas y cada una de las cosas que ella mencionaba se las había dicho ella anteriormente a su novio… De repente alzó la vista y vio que había continuado escribiendo:
- ¿Qué estás escondiendo? ¿Es que acaso te estás viendo con otro? No entiendo cómo le puedes estar haciendo esto a Michael con lo bien que se ha portado contigo siempre y lo mucho que te quiere…
- ¡Déjame en paz, Stacey!- escribió Mimi detrás de lo que le había escrito- ya sé que estoy haciendo todo eso… pero él es siempre el que empieza con sus celos y juzgándome por todo lo que hago… ¡ya soy mayorcita para que me tenga que decir lo que debo y no debo hacer!
- ¡No son celos Mimi! Se preocupa por ti porque es tu novio y te quiere- le había escrito Stacey casi enseguida- ¿Qué ocurre? Erais la pareja ideal, nunca discutíais y si lo hacíais lo arreglabais de forma pacífica sin gritaros…
- Ya lo sé Stacey- decía Mimi sintiéndose repentinamente mal- yo tampoco sé qué ocurre de verdad…
- Sí lo sabes- escribió su amiga pareciendo terriblemente dura- lo que pasa es que no quieres contármelo… tú sabrás lo que piensas hacer… solo te digo un consejo de amiga, si vas a dejar todo lo que tienes con un hombre tan maravilloso como Michael por un simple amorío o lo que quiera que estés haciendo por ahí luego no te arrepientas, a lo mejor él elegirá a otra persona que lo merezca más que tú.
Y tras decirle eso, Stacey se desconectó dejando a Mimi con un sentimiento de asco hacia sí misma y otro de culpa que la reconcomía por dentro provocándola una ansiedad insoportable. Se tomó de los cabellos como solía hacer cuando le ocurría todo eso y tiró de ellos para relajarse, pero no lo conseguía y sentía unos deseos irrefrenables de echarse a llorar con fuerza.
Se odiaba a sí misma por todo lo que estaba haciendo, pensó en Michael y luego en Taichi, se sentía como una vil ramera jugando con los dos a pares sin dar ningún paso con ninguno en todo ello…
Pensó en Tai… Tai y su declaración en medio de la calle tragándose su orgullo y expresándole lo que sentía… su ilusión al saber que ella también sentía por él lo mismo y su predisposición a esperar a su decisión…
Luego pensó en Michael, su primer amor, su amigo, su compañero… recordó todo lo que había pasado junto a él, todo lo que aún lo quería y todo lo que quedaba por vivir cuando terminara aquel año académico en Japón y volviese a Estados Unidos…
Tenía que decidirse, no podía continuar con aquella farsa y seguir amargando la vida de todas las personas a su alrededor, tras una última reflexión, tomó por fin una decisión firme y definitiva… y de esta vez no habría vuelta atrás y no se permitiría arrepentirse de las posibles consecuencias que ello le repercutiría después…
De repente, oyó un ruido fuera de su habitación, era el sonido de la puerta de entrada cerrándose con fuerza. Mimi sonrió ligeramente, esa manera de tratar las cosas cuando las tocaba solo podía pertenecer a una persona… Sora había llegado a casa.
Apagó el ordenador dispuesta a no hablar con nadie más de sus amigos de Estados Unidos y distraerse un poco de lo que había estado pasando antes en su habitación, hablar con Kari y Sora sobre lo que harían en Navidad le parecía la mejor forma de distraerse.
Salió de su habitación y se dirigió al salón donde se encontró a Kari sentada en el sofá hablando animadamente con Sora que se encontraba apoyada contra la ventana fumando como era costumbre. Mimi oyó que hablaban de Nochebuena:
- ¿Cómo es eso de que os quedáis en Nochebuena conmigo?- Sora le decía a Kari antes de percatarse de la presencia de Mimi.
- Pues eso, Sora- dijo Kari- Mimi ha cogido los billetes para el día siguiente y yo dudo que mis padres estén dispuestos a pasar las navidades con nosotros…
- ¿Y qué hubiera pasado si yo tuviese planes?- preguntó Sora con una ceja alzada con picardía.
- Vamos Sora, sabemos que eso no es así- dijo Mimi uniéndose a la conversación.
Sora se quedó mirándola incrédula. Parecía que no terminaba de creerse que fueran capaces de hacer eso por ella y luego bajó la cabeza, ambas chicas pudieron notar que Sora se había sonrojado ligeramente aunque tratase de ocultarlo:
- Quedan 3 días para Nochebuena…- decía Sora mirando un calendario que tenía en la pared- deberíamos preparar algo grande, ¿no?
- ¡Sí!- gritó Kari empezando a emocionarse con la idea- deberíamos hacer una cena como dios manda en casa y luego salir por ahí hasta el amanecer…
- ¡Por Dios Kari!- dijo Mimi- que yo me voy al día siguiente a mi casa…
- Bueno pues vas de empalmada y duermes en el avión- dijo Sora como si eso no importara- ¡yanqui, ya que te quedas, dalo todo!
Las tres se echaron a reír por ese último comentario, Kari y Mimi se miraron de forma cómplice, al final Sora parecía muy feliz porque se quedasen con ella y eso las alegraba enormemente:
- Pues en estos días tendremos que ir confeccionando la lista de lo que debemos comprar para la cena y hacerlo en tiempo récord- dijo Mimi.
- Ya estamos con tus dichosas listas, yanqui…- dijo Sora- ni que no tuviéramos suficiente con tener la cocina empapelada con tus estúpidas reglas de orden y horarios de limpieza…
Mimi fingió molestia y acto seguido comenzó a hacer planes en su cabeza sobre lo que comerían y lo que harían, de repente cayó en algo importante:
- ¿Seremos nosotras tres o les decimos a los chicos que se vengan?
- Seguramente mi hermano si venga- dijo Kari- y yo creo que Matt también porque seguramente su padre no esté… a no ser que vaya con Takeru y su madre… Izzy no lo creo porque siempre pasa estas fiestas con sus padres.
- ¿Y tu novio?- preguntó Mimi a Kari.
- Daisuke pasa estas fechas con sus padres y su hermana mayor- le contestó Kari- creo que se van de vacaciones y ya no le veo hasta que empecemos el curso…
- ¿Hermana mayor?- preguntó Mimi acordándose de repente de la vecina ex amante de Matt- ¿no se llamará por casualidad Motomiya Jun?
- Sí, así es- dijo Kari sorprendida- ¿la conoces?
- No, gracias a Dios- dijo Mimi riéndose.
Y acto seguido les contó el desencuentro que habían tenido Izzy y Tai cuando ella estuvo en su casa y la relación fallida que tuvo Matt con ella. Aquello último provocó en Sora una carcajada tan fuerte que podrían haberla oído en la calle:
- ¡Puto Yamato!- decía ella entre risas- le está bien empleado por andar metiendo la polla donde no debe…
- Eso mismo le dijo Tai, tiene gracia- dijo Mimi entre risas.
- ¡Pobres!- dijo Kari- seguro que desearán matarla en cualquier momento…
El móvil de Kari empezó a sonar con fuerza en el otro lado de la mesa, ella se apresuró a cogerlo esperando que fuera su novio por la cara de ilusión que había puesto, pero al ver el número frunció el ceño y dijo:
- Hola ni-chan… ¡Lo imaginaba! Sí, todos los años lo mismo… ¿Qué qué voy a hacer? Nosotras vamos a hacer cena en casa las tres ¿Quieres venirte ese día?... Pues que se vengan ellos también… de acuerdo luego hablamos… ¡Hasta luego!
- ¡No me lo digas!- dijo Sora sonriente- vuestros padres tienen una cena importante en Nochebuena.
- Premio para la señorita- dijo Kari que parecía contenta- los señores Yagami haciendo gala de su usual falta de cumplimiento de promesas a sus hijos, no van a venir hasta el día de Navidad y nos obligarán a comer con ellos ese día…
- ¿Estás bien?- preguntó Mimi preocupada por aquella noticia.
- Sí tranquila- dijo Kari sonriendo- casi que mejor y así seguimos con nuestros planes.
- ¿Viene Tai al final?- preguntó Mimi que ya estaba trabajando en su lista de la fiesta.
- Sí- asintió Kari y añadió- y también Matt y Takeru que sus padres también coincide que trabajan los dos…-no parecía demasiado contenta ahora, pero trataba de disimular.
- Bueno pues seremos seis- dijo Mimi mientras empezaba a escribir un montón de tablas y horas que solo ella entendía.
- Va a estar bien…- dijo Sora finalmente dando una última calada a su cigarrillo de bastante buen humor.
Se pasaron la mañana confeccionando la lista de Mimi con todo lo que iban a necesitar y después de comer cada una se marchó a sus clases o trabajos.
A la última hora de la tarde, Mimi y Kari se habían encontrado cuando volvía a casa y siguieron el camino juntas hablando de todo lo que pensaban preparar para la cena y lo ilusionadas que estaban por ello, cuando salieron de la boca de metro, se encontraron con Sora y Matt.
Se encontraban en la parte de atrás del coche de Matt con el maletero abierto sacando cosas de él mientras ambos estaban riéndose de algo que no llegaron a oír. Se acercaron a ellos y entonces cuando ambos se percataron de su presencia, Matt dijo:
- ¿Ya habéis vuelto de clase?
- Sí- dijo Kari mientras se fijaba en una caja de la que sobresalían unos cuantos cables- ¿qué es lo que traes?
- Os traigo nuestro equipo de música- dijo Matt mientras hacía esfuerzos por sacar la caja del maletero.
- Pero si tenemos uno- dijo Mimi recordando el que tenían en el salón.
- Lo rompí…- dijo Sora- empezó a hacer cosas raras y le di una patada… desde esta tarde no vale para nada y les he pedido que nos traigan el suyo para al menos tener música el 24…
- ¡Qué bruta eres!- dijo Mimi disgustada- bueno al menos tenemos otro ahora…
- Tai ha venido conmigo y ha subido ya algunas cosas- decía Matt mientras seguía intentando sacar la caja sin éxito y lo disimulaba hablando- solo queda esta caja…
- Que no puedes levantar tú solo- le interrumpió Sora riéndose de él- te ayudo anda… que eres un mierda.
Se inclinó hacia la caja para tirar junto a él, pero también le costaba sacarlo y a duras penas lograron alejarse un poco del coche. Justo en ese momento llegaba Tai corriendo desde el edificio:
- ¡Hola!- saludó rápidamente y se volvió a los dos que cargaban con la caja- ¿es la última?
- Sí- dijo Sora haciendo esfuerzos para hablar- cógela tú con Yamato que me está doliendo la espalda.
Tai rápidamente ocupó el lugar de Sora y ésta se unió a las chicas masajeándose los brazos por el esfuerzo de soportar el peso y vieron cómo los chicos lograban estabilizarse y comenzaban a caminar hacia la entrada mientras se quejaban:
- ¡Joder! Ésta última era esa que pesaba tanto- decía Tai apretando los dientes por el esfuerzo.
- Al menos es la última…- jadeaba ligeramente Matt.
Sora cerró el maletero del coche y les siguieron hacia la entrada. Se apresuraron a abrir la puerta porque ellos evidentemente no podían. Nada más que entraron se dirigieron al ascensor y esperaron a que llegase y las puertas se abriesen.
Una vez que llegó, entraron ellos solos y las chicas se quedaron esperando a que volviera:
- Sí que debía de pesar- resopló Kari después de un rato que ninguna decía nada- ¿Cómo les metes en estos aprietos?
- Son hombres, ¿no?- dijo Sora divertida- si tanto presumen de ser el sexo fuerte que lo demuestren… aunque Yamato deja mucho que desear la verdad…
En ese momento llegó el ascensor otra vez y se subieron para reunirse con los chicos en su casa. En cuanto las puertas se abrieron, se encontraron con que ellos ya habían entrado con las llaves de Sora y les habían dejado la puerta abierta.
Entraron en la casa y vieron que ambos estaban sentados en el suelo frente a todas las cajas sacando las distintas partes del equipo de música, pero parecían que estaban teniendo problemas y discutían a voces:
- Matt, ¿dónde están las instrucciones?- le decía Tai mientras se volvía loco buscando por las cajas.
- Pues creo que en alguna de esas cajas- le señaló éste a las cajas mientras sacaba cosas de otra.
- No las veo- dijo Tai- ¿seguro que están dentro?
- Sí no están ahí, me las habré dejado en casa- dijo Matt simplemente.
- ¡Eres idiota!- dijo Tai dejando de buscar para encarar indignado a su amigo- fue Izzy el que la montó, ¿recuerdas? Y ahora él no está aquí…
- No creo que sea tan difícil montar esto- dijo Matt- ¡venga Taichi! Sé un hombre y atrévete con ello.
Tai frunció el ceño bastante molesto y bufó antes de empezar a sacar él también las cosas de la caja que había revuelto antes. Las chicas entraron en la casa y Kari dijo:
- ¡Ni-chan! Déjame a mí si no podéis… la nuestra la monté yo y no es tan difícil…
- No es necesario- dijo Tai sin mirarla mientras contemplaba lo que había sacado.
- ¡No seas embustero Taichi!- dijo Sora socarronamente- sabemos que a ti estas cosas no se te dan bien… ni cualquier cosa que requiera algo de destreza…
- ¡Por supuesto que se me dan bien!- dijo Tai ofendido- solo que acabamos de empezar…
- Déjale Sora- dijo Matt con una sonrisita- tiene que hacerse el hombre delante de su chica.
Mimi frunció el ceño hacia Matt a lo que él respondió echándose a reír. Ya estaba tardando en oír algo sobre eso y de repente se dio cuenta de lo que había pasado por la mañana. Miró a Tai que ahora la estaba mirando a ella con cara resignada antes de volver con lo que estaba haciendo. Tenía que hablar con él sobre todo ello y no sabía cuándo…
Kari ya se había agachado junto a su hermano y contempló el dibujo de la cadena de música que había en una de las cajas y luego miró las piezas que habían sacado, entonces dijo:
- ¡Sois unos inútiles! No tiene ningún misterio esto… solo hay que saber dónde enganchar los cables y colocar todo esto en la esquina…
- ¡Ya lo sabíamos!- dijo Matt de repente- solo nos estábamos haciéndonos los interesantes.
Por ello recibió una mirada irónica de sus amigas y él no lo tomó en cuenta, solo empezó a coger los altavoces y a colocarlos donde Kari le había dicho.
Sora se reía y de vez en cuando soltaba alguna de sus perlas más típicas de ella en contra de los chicos que procuraban ignorar.
Mimi en ese momento estaba completamente ajena a todo aquello, no dejaba de mirar a Tai ir y venir mientras montaba el equipo. Quería hablar con él, pero no podía en ese momento, no se sentía con ánimos de empezar a cambiar la situación y también quería hablar con Michael… no sabía qué hacer sobre nada y se sentía completamente sola sin saber con quién contar para que le aconsejase ni nada…
- ¡Ya está!- oyó que gritaba Kari emocionada- ¿Veis como no era tan difícil?
- Nadie en ningún momento dijo que fuese difícil- se defendió Matt en un intento de defender su orgullo masculino.
- Claro…- dijo Kari mirándole mal.
- ¡Por fin hemos acabado!- dijo Tai de repente echándose en el sofá con total cansancio- no sabéis lo que cansa cargar con todas esas cajas cargándolas en el coche de Matt y luego hasta vuestro portal… sin ninguna ayuda.
Miró mal a su amigo rubio que simplemente levantó las manos frente a él como negándolo todo y dijo:
- Eso no es cierto… yo vine conduciendo hasta aquí y te ayude con una caja.
- ¡Oh!- dijo Tai fingiendo sorpresa- y eso ha debido destrozarte física y psicológicamente ¿verdad? Seguro que se te ha roto también una uña y todo…
De repente, se calló y vio que Matt le miraba intensamente sin decir nada, molesto por el escrutinio de su amigo dijo:
- ¡Deja de mirarme como un idiota! ¿Qué quieres?
- Tienes algo en la cara Tai- dijo Matt provocando que éste se pasara la mano por la cara en busca de lo que fuera que tuviese.
Matt se acercó a su amigo sin llegar a sentarse junto a él sin apartar la mirada de lo que supuestamente tenía y Tai le preguntó preocupado:
- ¿Qué? ¿Qué tengo?
- Espera que yo te lo quito- dijo Matt de repente.
Entonces, sin que nadie se lo esperase se inclinó hacia su amigo y tomándole con una mano de la nuca lo acercó a él para darle un largo beso en los labios que dejó paralizados a todos los allí presentes. Tai tenía los ojos abiertos de par en par ante aquello y trato de zafarse de su amigo empujándole con sus brazos, pero éste no le dejaba e intentaba profundizar más el beso hasta que finalmente se alejó de él diciendo:
- Ya está… ahora ya no tienes nada.
La casa se quedó en silencio durante unos segundos con todas las miradas puestas en ambos chicos, Tai parecía completamente confuso pero se podía a leguas cómo se le hinchaba la vena de la sien ligeramente hasta que explotó:
- ¡Pero tú…! ¡Tú eres subnormal! ¿Qué haces? ¡Te voy a matar!- y estaba dispuesto a cumplir su amenaza pero Matt lo mantuvo quieto echándole en el sofá con toda la fuerza de su cuerpo.
- ¡Sora!- llamó el rubio a su amiga que se reía de forma poco discreta y añadió- me debes 5000 yenes por esto.
Mientras Matt peleaba porque Tai no lograra levantarse del sofá para pegarle, Mimi y Kari miraron a Sora como queriendo una explicación sobre eso y esperaron a que la chica dejara de reírse y ésta comenzó a explicar:
- Nada que mientras Tai subía una de las cajas, estaba puteando a Matt como siempre y salió el tema de retos y de atreverse a cosas… y yo le dije que no tenía cojones de besar a otro tío y que nos apostábamos 5000 yenes a que no era capaz…
- ¿Y decidiste probar conmigo tu homosexualidad?- dijo Tai completamente enfurecido intentando agarrar al rubio por el cuello.
- ¡De homosexual nada! Más quisieras tú tenerme de amante Taichi- dijo Matt intentando provocarle más mientras se reía.
- ¡Te voy a matar, grandísimo hijo de puta!
Tai había logrado librarse del agarre y ahora corrió detrás de Matt saliendo los dos de la casa y perdiéndose por el pasillo, pero pronto dejaron de oír sus voces y las tres chicas se quedaron solas en el salón.
- ¿Cómo se te ocurre retarlo a algo así?- preguntó Mimi indignada.
- No te pongas celosa, yanqui… que seguro que tu chico no se ha vuelto gay- dijo Sora sin dejar de reírse- ¡pero qué simples son los dos!
Tras decir eso, se marchó a su habitación y cerró la puerta tras de sí, Kari a su lado no dejaba de reírse y decía de vez en cuando:
- En serio… yo con este hombre no puedo… ya no sé qué será lo siguiente qué hará… lo que no sé es porque decidió que al chico que iba a besar sería mi hermano…
- Bueno ya ha besado a una Yagami… a lo mejor pensó que sería parecido- dijo Mimi con una malicia que no creía ella misma que tuviera.
Kari la miró sonrojada y riéndose de forma tonta y dijo intentado hacer como si nada:
- Mientras no se entere Tai…
- Nadie se lo dirá descuida- dijo Mimi que solo imaginando cómo se pondría ya le daba miedo.
Ambas se sentaron en el sofá a esperar a que vinieran, pero ninguno de los dos hizo acto de presencia hasta más tarde que Matt apareció por la puerta respirando entrecortado por la carrera que había hecho y preguntó:
- ¿Está Taichi por aquí?- al recibir la negativa de las dos chicas, corrió hacia ellas y se sentó en el sofá- madre mía… os juro que temí por mi vida…
- ¿Si es que cómo se te ocurre?- dijo Kari- lo raro sería que no temieras por ella.
- En fin…- dijo Matt echando la cabeza hacia atrás sin dejar de respirar de forma dificultosa- espero que cuando vuelva esté cansado y me deje vivir…
Mimi se echó a reír mientras se levantaba de su lado del sofá y les dijo:
- Voy a bajar un momento a recoger el correo que nos hemos olvidado de él y ahora vuelvo.
- Si ves a Tai… ¡entretenle, por favor!- dijo Matt- ¡Haz que se olvide de que me quiere asesinar!
Ella frunció el ceño otra vez y se marchó. Bajó hasta donde se encontraban los buzones y sacó las pocas cartas que había que no habían recogido por la mañana. Estaba tan distraída pensando en las cartas que no se dio cuenta de que alguien había llegado hacia ella hasta que la tomó por la cintura haciéndola girar hasta estar frente a él, era Tai que llegaba jadeando por la carrera y parecía aun enfadado:
- Matt está en vuestra casa, ¿verdad?- ante el asentimiento de la chica, él suspiró fuertemente antes de decir- es subnormal… estoy harto ya de él…
- Solo estás enfadado- dijo Mimi intentando calmarle- ya verás como luego no piensas eso…
No pudo terminar la frase, ya que su boca se apoderó de la de ella en un brusco e intenso beso que le pilló desprevenida y sin ser capaz de negarse a ello. Pasó sus brazos por su cuello para profundizar aquel beso mientras él la atraía más hacia él.
Se separaron por falta de aire y ella se quedó mirándole sin saber muy bien qué hacer, él entonces se acercó a su oído y le susurró:
- Ya no estoy enfadado…
- Me alegro…- contestó ella sin ser capaz de decir nada más inteligente.
- Subamos otra vez… prometo no matar al capullo de Yamato- dijo él y empezaron a caminar hacia el ascensor.
Mimi aun intentaba pensar fríamente y se sintió furiosa consigo misma, tanto que deseó golpearse la cabeza contra la pared. Era incapaz de negarle nada a Tai cuando estaba con él y eso no era bueno… no podía permitirse andar así cuando aún las cosas no estaban claras… tenía que hacer algo ya.